El emblema de la Asociación Venezolana de Origami (AOV) ha sido desde hace muchos años una bonita guacamaya tricolor. Desde hace un tiempo he tenido el placer de conocer algunos de los amistosos miembros de esta asociación y no he conseguido dar con nadie que me diga quien fue el diseñador original de esta tropical figura.
Incluso me han contado la teoría de que la guacamaya nunca existió como origami, sino que un dibujante visionario la imaginó. A pesar de lo atractivo de la idea, o bien el dibujante sabía muy bien lo que se hacía o bien tuvo alguna inspiración real. Vista con atención, los ángulos, la forma del pico, la estructura general de la figura, son demasiado reconocibles, demasiado familiares, demasiado creíbles para cualquier origamista, como para pensar que alguien se lo inventó sin más. Aunque les diré que me encantaría conocer una figura de papel que no necesitase de diseñador para existir.
Ahora que no nos lee nadie, tengo la sensación de haberla visto asomar entre los cientos de figuras por plegar que todos los aficionados al origami tenemos en nuestros libros, archivos y recuerdos.
Como en mi actual casa no tengo casi ni libros, ni archivos y pocos recuerdos confiables, tras buscar por internet sin mucho éxito, me fui de expedición a buscar por mi cuenta y riesgo la guacamaya en cuestión. De paso, y aprovechando lo colorido del sujeto, traté de enfocar la tarea utilizando dos papeles para obtener el juego del plumaje. Para diseñarla utilicé un método que nunca me había servido antes, pero que era la única opción en este caso: comenzar con el dibujo de la figura terminada y tratar de llegar al cuadrado inicial.
Independiente de lo ajustado o no de mis resultados, independientemente de si la guacamaya original nació como origami o como desafío, les invito a que recreen también esta guacamaya. Lo interesante del reto es que, al contrario que en las historias de piratas, partiendo del tesoro tenemos que encontrar el mapa. Como toda aventura, la emoción está en la búsqueda.
Nota técnica: Hace tiempo tenía ganas de diseñar una figura de dos papeles para crear un animal con más de dos colores. Para este caso en cuestión: dos papeles kami bicolores de 15x15 cm. El papel rojo, a través de una base pez, da forma al cuerpo entero sin aprovechar la cara blanca. El papel azul da color a las alas (utilizando también la cara blanca, que en realidad debería ser amarilla) y ayuda a formar las patas. Por cierto, si alguien conoce la guacamaya original, les agradecería que me escribiesen para sacarme de dudas.